jueves, 23 de febrero de 2017

EL INDIVIDUALISMO ROMANTICO



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¿Vivimos en una sociedad no romántica? Depende de que entendamos por romanticismo. El romanticismo actual no es tal sino que se ha distorsionado hacía un sentimentalismo y una sensiblería barata. Las canciones de los grupos musicales pop hablan mucho del amor, sí, pero es un amor ñoño y sensiblero. Todos los componentes románticos han sido asumidos y “reciclados” por el sistema. Te pueden reprochar ¿no eres romántico? ¿no te gusta una cena con tu pareja y velitas? Pero eso no es el romanticismo originario. El romanticismo para empezar fue y es muy contradictorio, podía ir desde el individualismo hasta el nacionalismo, desde lo conservador a lo liberal, o desde la voluntad y libertad total a cierto determinismo aún cristiano (el destino, el sino, la vida eterna) El romanticismo pudo ser muchas cosas pero desde luego no es la sensiblería actual que confundimos con romanticismo. Para hablarnos de estos seres cadavéricos e idealistas que eran los románticos tenemos a Carlos de Agustín. 


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Entendemos por romanticismo ahora a la mojigatería conservadora del sistema, pero esto nada tiene que ver con el carácter revolucionario con el que nace en Alemania, durante el Sturm und Drang (Rayos y centellas) El romanticismo surge con Goethe y se va extendiendo por toda Europa, e incluso la colonia de EEUU, llegando a ser incluso considerado por los autores realistas como un mal endémico, era la “enfermedad del siglo”. La tuberculosis era como el cáncer actualmente. Y para entender la diferencia entre romántico y sensiblero hemos de ver la diferencia que hay entre individuo y persona. ¿Qué entendemos por individuo y que por romanticismo?

El romántico es un individuo que es ciudadano y vive la exaltación de su propio sentir como individuo y lo traslada trasporta hacia la exterioridad en la convivencia con los otros. Es un exaltado. La persona estaría condicionada por los propios significados de su época, de su televisión y publicidad. Es más libertario el concepto de individuo. Es algo que te pertenece. El pueblo ha de tomar lo que es suyo, el derecho de ser ciudadano y participar en la vida política. No dejar y delegar en manos de representantes políticos sino implicarnos cada uno de nosotros. Este es el salto romántico que tiene su símbolo en la revolución francesa de 1748, en la revolución gloriosa de Cromwell en Inglaterra, en la guerra de la independencia de EEUU y de España en 1808 y las revoluciones burguesas de 1820, 1820 y 1848. La comuna de París, incluso Mayo del 68 y las revueltas de EEUU en la época hypy pueden ser vistas como manifestaciones de este romanticismo. Incluso los movimientos del 15 m y las acampadas en Madrid, la antiglobalización, pueden ser vistas como tales. Y es que el romántico es un niño o un joven eterno porque siempre es rebelde, trasgresor, contestatario, protestante. Frente al adulto o el viejo ilustrado y después realista, el romanticismo es el adolescente contrario a todo. Ser individuo nos pertenece a todos. Ser persona es un estadio distinto. La persona se ejerce con muchos condicionamientos y determinismos, es un poco lo que el sistema te obliga a ser. En cambio, el ciudadano elige por sí mismo. El individuo es libertario. Y es esa libertad la que exalta al romántico. La persona al estar definida y controlada es otra cosa. 

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 El individuo es más instintivo, nace de nuestro cuerpo, de la pulsión natural de ser libres. La persona está más estructurada. Se vende como auto realización lo que no es sino imposición de productos e ideas del mercado. La libertad es que tú eliges como individuo. la persona ya está elegida. Es como un teatro en el que hay puestos fijos, cada uno debe cumplir un rol; el funcionario firmar actas, el chupatintas escribir… y de repente surgen los románticos como en una gran improvisación. El romántico pasa haciendo ruido, revoluciona todo a su alrededor. Hay un malestar en la cultura en él como vio Freud, nos enfrenta a nuestra naturaleza viva, mortal, apela a nuestras emociones e instintos y sentimientos. El romántico es individuo, radical, frente a la persona que ya está definida. Sé tú mismo, todos los demás papeles están cogidos. El individuo romántico se siente muy confundido, nunca encuentra algo en que asentarse, y se siente navegando por un mar de dudas e incertidumbre. Entre prozac y dudas. El romántico es rebelde, trasgresor, en búsqueda incesante de ese su sentir y por eso se encuentra dentro de esa exaltación un enigma interior. La revolución romántica exterior es consecuencia de la revolución interior. El exilio exterior primero es interior. Siempre le falta alguien, no le llega la felicidad. No busca a la persona sino al individuo. se busca así mismo. Busca una sociedad revolucionaria, el cambio. Lo más interesante es que siga buscando su individualidad dentro el individuo. Nunca la encontrará, es una utopía, algo que se pretende, pero no consigue. Pero lo importante en el romántico no es el destino de llegada sino el camino. Lo ganado en el camino, como dice el poema de Kavafís Ítaca; “vota porque sea larga la jornada, colmada de alegría porque nunca llegarás a Ítaca, Ítaca es el camino.” 

Todo lo que venga le permanecerá. Si se hace persona está condicionada por el propio concepto. El individuo es búsqueda constante, en trasformación, dinámico. El romántico es radical en sus formas, aunque lo que aspire sea al infinito. El romántico aún era muy católico, muy cristiano,  pero aunque en el fondo busque la vida eterna (que los amantes de Teruel o doña Inés y don juan se encuentren en el cielo) sus formas son trasgresoras y revolucionarias. El romántico aspira al todo, al infinitivo, al vacío, a Dios, al absoluto, pero por el camino se va encontrando las ambivalencias. El romántico debe aceptar su propia contradicción, la complejidad del mundo. Como un quijote o una madame Bovary que se dé cuenta poco a poco de su locura, aunque no deniegue de ella. Todo lo que el romántico se encuentra en la Vida es provechoso. Aunque este siempre quejándose. Es una revolución permanente, de búsqueda, que si te quedas instalado en concepto de persona no lo haces. La persona no es un paso más elevado que el ser individuo. El individuo no está definido, sino en búsqueda, no está condicionado. Te haces individuo en el día a día frente a la persona que ya estaría definida. Haces los movimientos pertinentes. El romántico busca lo más puro, purista, de pureza constante; busca los grandes ideales, las grandes palabras ((libertad, fraternidad, hermandad, dios, igualdad, justicia… ). Lo impuro es el concepto de persona porque no es un individuo ideal sino pragmático, una moda, una tribu urbana, un look. La persona como concreto dionisiaco aristotélico y el individuo como abstracto apolíneo uránico y platónico. En ese individuo romántico el purismo es trasformador reformador. Tiene necesidad de continuar su vida por penosa que sea y nunca llega a un resultado final satisfactorio. Lo que busca no está en el mundo ordinario e inmanente sino en el más allá o en la fantasía. Se condena por ello. Toda su vida fracasa, nunca consigue esa pureza de vida. Es un eterno insatisfecho que esconde el placer de su satisfacción. Nos engaña un poco. He fracaso en todo, he sido un volátil, pero el hecho de haber ido por la vida como poeta maldito en el fondo me congratula. El romántico se recrea en su suerte de haber pasado de una aventura a otra. El dice cara a sociedad; he fracasado en la belleza, en el amor. Dime cuanto grado de aparente frustración me dices tener, y te diré que romántico en pro me he encontrado en esto de la vida. El romántico camina hacía iluminación a través de lo científico, mental y vital. 
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Podemos ver el estadio romántico como un ser iluminado, en búsqueda de esa perfección, de esa luz, de esa verdad verdadera. Al final del túnel sabe que esa luz le está esperando. Y toda su vida la dedicará a pasar por ese túnel en pro de sentir esa luz que esta al final de todo. Descubre que esa luz ha estado ahí todo el rato. Como un Panero que descubra que la puerta del manicomio estaba abierta. Toda esa búsqueda y movimiento, esa praxis (dirán los marxistas) le hace estar continuamente trabajando en su auto realización. Aunque esté al comienzo del túnel, el movimiento natural de la vida va en esa línea de llegar al final del túnel. En los primeros metros metes la pata, fracasas, tienes que volver, retroceder, pero siempre en pro de esa meta utópica. El romántico dice que la vida no tiene sentido, que no consigue nada, pero el sentido es ese. Nunca llegará a la luz, nunca pasará a ese final de la luz, pero ¡que le quiten lo bailado! Aunque crea que Dios no existe, él se divierte hablándole y estudiándole. Como es muy excelso no se conforma con migajas. En cada movimiento de su vida quiere que el Todo esté presente, si no se deprime… el romántico llegaba a estados peligrosos, auto destructivos. Larra se suicida, “escribir en España es llorar y morir “  A Leopardi la belleza se le escapa, pero el mero hecho de que haya belleza da sentido a su vida. Una especie de arte por el arte purista, de síndrome de Sthendal.  Va en busca de algo que no está siempre presente; no he sido correspondido, siento fracaso, mi identidad fragmentada…el joven Werther se suicida porque no se ha enamorado de Carlota sino de la forma platónica de Carlota, del ideal, se ha enamorado del amor. Siempre va en busca de movimiento, no se está estático (tampoco es muy empático sino solitario), siempre está en movimiento, dinámico, siempre hay cosas que conseguir, la vida le invita a estar en ella. Cosa menos dinámica y aséptica que el romántico es imposible de encontrar. En política y en la vida cotidiana el romántico exhibe su fuerza. La revolución implica e incita al movimiento, a la praxis, a la acción, al cambio, pero hay obstáculos en la vida y nunca se llega a la totalidad aspirada. El fracaso está garantizado. Los románticos anarquistas tienen en su bandera el rojo de la pasión y el negro de la ceniza. Igual que cenicienta debía hacerse cenizas antes de ser princesa, en una crisis llegas a la catarsis, a lo peor, para luego reponerse y resurgir. El romántico quiere el infinito y más allá. En ese movimiento el fracaso y lo negro está garantizado. Seamos realistas; pidamos lo imposible. El Romanticismo es exaltación, triunfo y derrota
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Actualmente vemos el romanticismo como un juego amoroso, cortés. ¿estas preparada para una cita romántica? Esto nos habla de la híper sexualizacion de la mujer y su cosificación como mujer objeto. Se sustituye el concepto de individuo por el de amor, pareja. Lo romántico se convierte en sensiblería, una “cita” de comunicación determinada; el amor eterno o verdadero amor se convierte en el “flechazo”, puntual y anecdótico, no categórico. Se entiende el romanticismo del individualismo como sentimentalismo de la persona. Es coger el sentimentalismo y quitarle la individualidad. El amor es búsqueda en el romántico, frente al encuentro que supone la cita. En la cita ya lo has encontrado. El romántico, en cambio, nunca lo encuentra, la otra persona nunca le satisface. Parece que le gusta ser incomprendido, recibir calabazas y que su amor sea más platónico que real. Dices a alguien que no eres romántico, y te preguntan ¿no crees en amor? ¿en una cita romántica? Pero el romanticismo era esa búsqueda del infinito, de la diosa Diotima del amor en el Hyperion de Holderlin. Es un viaje, una peregrinación de Byron, una aventura. No es algo estático como puede ser una cita en una cafetería. Los románticos identificaban el amor con el sufrimiento y con la muerte. El orgasmo es la pettit norte. Y esto se debe a lo extendido que estaba la idea de valle de lágrimas de la iglesia católica. El romántico prefiere el cadáver de la Ofelia de Millaís y su locura a una Ofelia real. De ahí su gusto por los cementerios, lo tétrico, lo sobre natural, las ciencias ocultas y el gusto por lo medieval, las rimas y leyendas, los castillos, las hadas.. siguen creyendo en la vida eterna donde los amantes de Teruel se encontrarán a su muerte.  
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Analizamos el concepto de amor por amor actual. Es una interrelación melosa de dos personas. Es el deseo de dos personas en litigio de encontrar puntos comunes a través del amor. Es más un amor visto por los realistas como contrato económico o por interés que el amor romántico original. Para el romántico el amor es pasión, destrucción, desfase. El romanticismo es la búsqueda de algo externo a ti porque exteriorizas lo interno. Al estar con el infierno de los Otros compartes tu vida romántica. Pero el verdadero romántico es misántropo, egoísta, autosuficiente. Con su propia identidad llega a conclusiones y tiene suficiente. Como el individuo es social, ciudadano, lo comparte a los demás, Parten del egoísmo como amor propio. Pones la postura de ti mismo, de tu mundo interior y lo compartes con el sumatorio de los ciudadanos. De esa forma el individualismo se hace colectivo, comunidad, camaradería, pueblo, estado- nación, nacionalismo.. como quieras llamarlo. El todo de la ciudadanía contempla el algo o la ambivalencia de los ciudadanos. El estado para Hobbes en su leviatán estaba formado por una sucesión de individuos hasta el infinito. Así surge la idea de pueblo, de convivencia, el contrato social de Rousseau. El liberalismo político tiene sus orígenes en la ilustración y el romanticismo. También de él nace el comunismo (la igualdad siempre hace mermar la libertad personal) y del capitalismo (libertad ante todo, pero no libertad romántica sino libertad del mando a distancia, del mercado) Una libertad empresarial, la capitalista, que garantiza la seguridad pero rechaza la igualdad y merma la libertad individual.  El individuo está obligado a una convivencia vital en lo que se llama pueblo. Lo social, madre de todas las batallas, introduce el termino de persona. De la idea de individuo ciudadano se pasa al concepto de persona con el que estamos conviviendo.  Es una cosa que viene de encima, de arriba del sistema, el concepto de persona. La filosofía positivista y conductista se fija en la persona, pero no en el individuo. el romántico no sabe lo que es, no está definida su “personalidad” y le pertenece ese desconocimiento de sí mismo. Reclama su derecho a conocerse a sí mismo y si lo consiguiera seguiría queriendo buscarse así mismo. Al no estar nada definido, no impones nada a la otra persona por no estar definido. En el poema de García calvo libre te quiero se dice “Te quiero ni tuya siquiera”, no hay definición ninguna. Llevamos la libertad del individuo ciudadano hasta sus últimas consecuencias. El quiero es potestad. Quiero que seas libre. Quiero que seas individuo como máximo exponente de libertad. No te quiero como persona sino como individuo. No es que te quiera de una manera determinado, es que quiero que seas libre. Esta indefinido, no te quiero porque seas rubia alta, licenciada en filosofía clásica. Te quiero libre, no atada al prejuicio que tengan de ti. No te quiero ni tuya siquiera, ni persona de ti misma. Si ejerces de “rubia” o de “filosofa” abandonas estos conceptos de libertad extrema. El individuo encuentra batalla ante sí mismo, en la individualidad. Su propia identidad no sabe lo que es. Sabe y no sabe. Sabe que la luz está al final. No sabe si hasta el final va a ir en coche o barco. Se encuentra obstáculos pertinentes, encuentra obstáculos en el camino. El romántico se quema. Todos acaban tocados o lisiados. No comentamos lo bien que he pasado la travesía sino lo contrario. Hay un regusto, que no es masoquismo, de llevar a final de puerto el planteamiento que te has planteado. La literatura, el cine o la filosofía política está llena de románticos. El 15 m es un romanticismo libertario llevado hasta últimas consecuencias. En el mayo del 68 el Individuo no se sabe lo que es ni lo que quiere. Sabe lo que no quiere. Protesta y no sabe cómo hacer realidad su utopía. Cuando se sabe lo que es ya no tiene sentido. El no lugar al convertirse en lugar pierde su sentido. En la acampada puerta sol nadie sabía lo que era. Había una conceptualización de individuo ciudadano. Cuando entra en estamentos de persona, se estabiliza en estructura. Que se cristalice en algo es incompatible con el romanticismo. La cosa surge, pero no se define. Es un exilio interior. Pierde fuelle al definirse, es un descafeinado, no es el café. El romanticismo deja de ser, el descafeinado nos recuerda un poco ese romanticismo que estuvo, pero ya no es lo que era y nos deja el regusto de un sabor descafeinado. Luego está la interpretación de cada cual.
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El romanticismo es un radicalismo extremo, exilio interior y exterior. No lo vives con el otro sino en el interior, con soledad profunda. El mundo no existe, existe la propia individualidad y tu mundo interior imaginativo es más importante que el real. Predomina el yo subjetivo y tus sentimientos. Luego el romántico hace transcripción de lo que cada cual siente en su interioridad. De su boca salen los fantasmas a los que se refería Bécquer.  El romántico se quema. El no romántico ni lo valora. Vivir la soledad es un exilio interior grande. Cuando amas a la otra persona no amas a la otra persona sino a la idea de la otra persona o del amor como ideal. Intentas materializar un imposible que parece que es posible. Dedica la vida para eso, pero resulta un éxito y un fracaso. Ese absoluto que buscas te posterga, recibes tal golpe que te quedas paralizado. Es el hándicap que le pasa al romanticismo, es la parte más negativa-. La positiva es que siempre hay un algo al que llegar, siempre hay preguntas que responder. El romántico es militante por hiperactivo, porque nunca estará quieto, sino en la idea de movimiento (que el pensamiento no puede encontrar asiento) Es una búsqueda del absoluto en el que aparece la ambivalencia, la unión de los contrarios, el día y la noche, el calor y el frio. Absoluto es calor, frio, pero desesperación y esperanza van juntos. Tomemos conciencia de que van juntas. Buscas el absoluto luz, pero cuando pasas por el túnel te das cuenta, si apelas a la sabiduría, de que te vas a encontrar con la ambivalencia. Hay insatisfacción si no te conformas con la ambivalencia, fracasas. A la vez que vas hacia la luz del túnel al final, por el camino te vas encontrando tesoros. Puedes caer en el conformismo o en la revolución. En las dos cosas. Ahí me las den todas. Dedicas tu vida a entenderla e interpretarla. O no. O la dedicas a comer marisco. Todos no tienen una filosofía romántica. Mucha gente prefiere el día a día, no lograr la luz al final de esta historia. Con las 3 cosas del día a día tengo todo. Es una opción. Vivir el hedonismo y el placer parecía cosa de rojos, “vagos y maleantes”. El romántico se arriesga. Su identidad lo necesita. Se quema el romántico, es una vida de compromiso. El Romanticismo no es común a los humanos ni connatural. Una parte de humanos necesita dar sentido a su vida y otros no. El romanticismo no es una filosofía en auge, más bien todo lo contario. Nuestra filosofía es conservadora, asentada, no comprometida., las mejoras son mejoristas, pero no grandes reformas. No es una época romántica esta. Es individualista pero no comprometida. El romántico se compromete consigo mismo aun riesgo de quemarse. Ahora somos individualistas dentro del capital, de la condición de pequeña burguesía de todos. Predomina la persona más que el individuo. somos personas estructuradas, organizadas, conocen nuestra dirección postal y nuestros gustos y cuando usamos internet. Usan muchas personas malvadas el termino de populismo como insulto. En esta época conservadora el concepto de persona obedece a intereses malvados del capital, del todo vale y es una ideología profundamente reaccionaria. La personalidad es auto suficiente, el otro no existe como ciudadano con el que convives. No hay politización de la sociedad, se renuncia al derecho de protestar, manifestarse, participar de la vida pública. Si el estado es el sumatorio de personas y más personas pero estas delegan en sus representantes... ¿en manos de quien está ahora el estado? De las empresas privadas. Seguimos siendo la masa informe de la que se queja Ortega. En los estudios de márquetin y publicidad, parece que eres libre de comprar un seat panda. Los anuncios te hacen creer que eres libre y muy individualista cuando eres sólo parte de los estudios de segmentación de mercado. Una navidad de Carlos en la calle bailen tuvo una polémica con su cuñada: soy libre de ver las chicas de oro. No eres libre. No has elegido tu ver las chicas de oro. Una estructura ha decidió poner parámetros simbólicos en la televisión donde tú digas “como me gusta eso”. Lo ha decidido alguien, luego lo haces tuyo. Parece que eres tú lo que has decidido ver programa basura, pero es lo que han dispuesto que veas desde un rascacielos de Nueva york. Es el eterno debate de si el público tiene la televisión que se merece. Los ejecutivos de las grandes cadenas se aprovechan de lo que llaman “interés del público” para ofertar productos sensacionalistas y televisión del espectáculo reduciendo lo que debería informarse, el interés público. 
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Ser libre. ¿Qué es libertad? La libertad no se define. Decídelo tú. No te lo voy a decir. No te lo voy a imponer. No me digas que eres libre si de antemano te ha condicionado alguien de manera sibilina para que parezca que eres libre. Si no lo has decidido tú bien, si lo has decidido (incluso sin saber) en una decisión de libertad. Uno no es libre ver chicas de oro. En la telebasura es la cadena y no el publico el culpable, dicen que es lo que pide el público, pero la audiencia no es idiota aunque sí que ve lo que le echan. Antes veía programas culturales en las dos cadenas que había en la tele y ahora que tiene una amplia gama de programas culturales y televisiones temáticas de documentales… se dedica a ver el gran hermano.  Somos parte de la masa sin conocer la parte de arriba del sistema. El lenguaje es un condicionamiento que genera su propio lenguaje. Sentir que eres todo, sin saber que es ese todo, es una forma de romanticismo, sin saber lo que es. A través de la reflexión llegamos a conclusiones, sirva para lo que sirva. En nombre de tu libertad has de hacer esto, cuidado con esos mensajes. Tenemos la capacidad crítica ante las cosas para que no te vendan la moto. Hay que ser crítico y decidir cuál es tu papel en la vida. Parece definido ya todo de antemano y el ser vivo no tiene recursos más que ser objeto de un algo que está ahí y se da por hecho. En el día te reinventas como buen romántico, organizándote a través de tus parámetros en tu libertad, aunque esta no esté definida. No hay mandamientos en la ley de la libertad. Entronca con la realidad histórica del romanticismo. Si tiene sentido es por esto, corta de forma brusca y legitima con el conservadurismo, del que todo ya está dado. El romanticismo cambia todo para que nada cambie pero al menos lo intentas, no te  limitas a ser una pieza más de la estructura. En el renacimiento Masaccio pinta caras humanas de personas que se dan cuenta de su individualidad. Soy yo, no está todo hecho desde el sistema. Frente al objeto yo soy sujeto. Aunque esto degeneró en el yomismo actual. Quien me ha robado mi queso es un ejemplo de un libro del capitalismo, de la estructura. Por el hecho de nacer, de ser un yo, parece que estamos en derecho de todo. Quien me ha robado el mes de abril que canta Sabina es la antítesis de quien se ha robado mi queso. Podemos aplicarlo a la primavera árabe, hacer una reflexión en cada tiempo histórico determinado. El mes de abril me pertenecía a mi. Esto no es lo que yo quería. Tenía la idea de hacer unas cosas en la vida y las circunstancias hacen que viva otro tipo de vida. Te quedas en las circunstancias que matan al yo y la voluntad, o te auto superas y superas las expectativas de uno mismo. Soy yo y mis circunstancias, decía Ortega, si no salvo las circunstancias no me salvo yo. Pero el hombre debe sobreponerse a sus circunstancias. El individualismo va más allá de todo eso. Por circunstancia está en la vida. El individuo ciudadano convive con sus circunstancias. El Individualismo capitalista de ahora nada tiene que ver con el romántico. Ye hacen creer que eres individuo autosuficiente, sin necesidad de los otros, para que seas parte de la producción a conseguir. Y del consumo. Generas materialmente. No eres individuo, eres objeto de un engranaje que no te pertenece. El deseo no es tuyo sino impuesto por la fábrica de sueños que ya no es el cine sino la publicidad. Es como una rueda rutinaria hasta infinito, como la polea conductista de los hámsteres, quien se ha llevado mi queso. Nos ponen una zanahoria en un palo y corremos por la polea generando producción, como máquinas del sistema. Es una dinámica de la inercia, parece siempre en movimiento, pero realmente no se mueve, siempre está en la misma dinámica y los parámetros de ese capital que siempre es el mismo. El objeto humano no es sujeto. El sujeto es el capital. El sujeto humano es objeto de su capital, de su producción. 
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El romanticismo ha influido en políticas liberales, libertarias, existencialistas, en las masas. el mayo del 68 y el toque romántico del 15 m te lo venden en discos, llevas la camiseta de che Guevara... la estructura absorbe todo movimiento romántico para hacerlo conservador. Es la función de toda estructura. Empieza siendo antisistema, o antiestructura, para conceder una serie de posibilidades y concesiones a ese sistema y absorberla y vuelta a empezar. En los comienzos hay un romanticismo conservador. Lo asentado era ultra conservador. Y también hay otra parte rupturista. Es rupturista revolucionario. Entonces se hablaba de la disputa entre doceañistas y veintenitas, liberales y conservadores. Ha influido hasta en los carlistas en 1800, en los nacionalistas y en el lucero del alba…es un estado de revolución y rebelión permanente. El romántico absorbido por sistema necesita que nazca otro romántico que coja el relevo de la vanguardia. Siempre es vanguardia el romanticismo en pintura, arte, literatura… es trasgresora. Caspar David Friedrich, trasciende su discurso en iconos aparentemente baladíes. Hay una pintura metafísica, de la historia, de todo. Fue un movimiento muy libertario y con mucha capacidad de trasformación. Los poemas de Leopardi o de Holderlin, de José de larra. José Espronceda y su canción del pirata es un ejemplo claro. (Con diez cañones por banda) el poeta romántico está en esa figura trasgresora del pirata. Es imposible la igualdad, que se haga en una lucha contra la estructura o la no estructura, pero allí el romántico ve una posibilidad de trasgresión y vida. El anarquismo es un sublime y supremo romanticismo. El romanticismo fue nacionalista al principio. En las novelas históricas de Walter Scott. La Idea de patria es un sumatorio de identidades en libertad. Siempre está la llama encendida, son las libertades que toda nación desea. Hobbes y su Leviatán, en la historia y la filosofía vemos al estado nación o república como sumatorio de individuo. Podemos considerar filósofos románticos a Fitse con su teoría del Yo, del individuo. también a Hobbes y el leviatán aunque pretendiera un estado absolutista. muchos filósofos románticos eran masones como por ejemplo el propio Goethe o Víctor Hugo. Se puede considerar a Schopenhauer y a Nietzsche y Heidegger como últimos románticos y primeros existencialistas. Nietzsche va a caballo entre el romanticismo y el realismo pues no hemos de olvidar que el romanticismo es idealista y platónico pero también materialista, realista y aristotélico en aspectos como la exaltación del cuerpo, la libertad sexual. los escritores ingleses serán Blake, Keats, Mary Shelley, Lord Byron, Walter Scott, Oscar Wilde (más bien realista), las hermanas Brönte...y entre los escritores franceses estarán Dumas padre (mosqueteros), Víctor Hugo y entre los españoles Larra, Zorrilla, el duque de Rivas, Espronceda y los más tardíos Bécquer y Rosalía de Castro que practican el intimismo. En Italia estará Leopardi y entre los alemanes Hölderlin y Schopenhauer, y Goethe. y en EEUU Alan Poe, Whitman, Thoreau, Emerson...

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Ser romántico es ser trasgresor, libertario, tener unas necesidades de toma de conciencia de la identidad y la vida interior (los sueños del inconsciente de Freud). La compartes con los otros en sentido revolucionario de complicidad. Si lo consigues estás menos solo en tu exilio interior y si no lo consigue vive solo y vete a un monte. No te deprimas mucho. La muerte de Ofelia de Millais nos remite a ese gusto tétrico del romántico por los enterramientos, el sufrimiento, los cementerios.  Hay contradicciones en el romanticismo, entre nacionalismo / individualismo y entre el Fatalismo del destino (el sino de don Álvaro) y la Libertad, voluntad que va más allá del libre albedrio cristiano. El romanticismo da miedo pues es una desnudez del alma. El nacionalismo vende la idea de que ese nacionalismo es el sumatorio de individualidades. La nación para el romántico estaría compuesta de muchos individuos que luchan por esa libertad. Hay una rebelión contra lo que se impone. Su forma de realidad romántica nunca alcanza ese destino, siempre va a fracasar. En el fracaso hay una fatalidad. “Enorgullécete de tu fracaso que sugiere lo limpio de tu empresa” El romanticismo da sentido a la utopía del anarquismo. El anarquismo como fin romántico es la luz que puedes aspirar. A esa luz al final del túnel le dedicas una vida. Es licito dedicar tu tiempo a ello, frente al convencionalismo la ruptura. Esa luz está tan lejos que mucha gente se queda en el día a día siendo conservador. Lo que decida ser. No todos son románticos. Hay una mayoría de gente conservadora. Y pocos son vanguardias. El romántico sabe que está todo escrito en el fondo. Tiene la pluma para en el folio hacer algunas correcciones. Si la palabra es una en el folio, puede cambiarla. El folio es la estructura que esta ya escrito. Puede poner acentos, cambiar una palabra, borrarla. Poner la suya. No es un decálogo ni nada definido, como la física cuántica. En el movimiento o danza de la realidad encuentras dinamismos y ritmos distintos. Carlos se refirió a la película de Pilar Miro, el joven Werther, es el amor pasión no correspondido, que tiene un final violento, ante el fracaso no lo acepta y se suicida. El suicidio es la mayor libertad decía Kinkegaard, pero Werther lo hace por una impotencia, porque ha fracasado. Uno no se pega un tiro por causas mayores, de amor y desengaño. Ser romántico es un hándicap, es bueno serlo una temporada, pero mucho tiempo… siempre sientes el fracaso. A solas te haces un guiño de cariño a ti mismo, has conseguido algo. Todo romántico se va sintiendo que ha fracasado estrepitosamente. Los demás le dicen; “no has fracasado, has tenido intentona de tanto absoluto que ha sido imposible llevar a la praxis” En el romanticismo hay una ambivalencia de fracaso y éxito, determinismo y de libertad. La madurez y sabiduría del romántico es aceptar los contrarios, ese 50% de fracaso y de éxito.  Toma opción porque las cosas se pueden cambiar. Está muy mal usado el termino de romanticismo como amor machista, el amor sexista y de genero… el romanticismo fue devorado por los autores realistas que lo consideraron casi como una enfermedad, el mal del siglo. por ejemplo la obra de las penas del joven Werther sembró una oleada de suicidios en toda Europa. al margen de esta visión negativa del romanticismo, el romanticismo ha sobrevivido influenciando a otras corrientes como la existencialista, las de las vanguardias, la contra cultura underground, los nuevos románticos o la cultura de los góticos, así como se han convertido en padres del liberalismo político y el nacionalismo.
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